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Es curioso que justo el día que busco actualizar mi blog, me encuentro con unas palabras que distan mucho de como me siento hoy en día.

Aunque la tormenta a la que he sido sometida ya esta escampando, no me arrepiento de haberme arriesgado a amar, de haber ido en contra de tantas opiniones que me decían claramente lo que mi razón me gritaba y que mi vícera cardiaca se esmeraba por cubrir con los pequeños detalles que podía rescatar de ese hermoso tormento.

Es lo malo de ser un poco (o un mucho) masoquista. Se termina por abrazar lo que te esta matando y hasta sonríe uno al hacerlo.

Esta vez el objeto de mi afecto se borra del mapa sin darme una razón...Y menos mal, porque escuchar la verdad brotando de sus labios, por mucho masoquismo, no creo que lo resistiría.

Lo bueno es que la vez pasada sí toqué fondo, asi que esta vez tan sólo me causa desencanto.

La vida sigue, y aunque el pasado ya fue, en mi vida sigue siendo rememorado lo suficiente. Poco a poco podré recordar lo bueno y lo malo, con tranquilidad y si, como siempre, con Saudade.

Con la paz de saber que yo me arriesgué y aposté al amor.