martes, noviembre 24, 2009

¿Es bueno revivir nostalgias?


Me encuentro en casa escuchando uno de mis CD’s favoritos (el soundtrack de The Blues Brothers 2000) y de fondo, los ladridos de mi perro.


Hoy quise retomar mi abandonado blog, quería escribir sobre el dilema humano de la búsqueda de aceptación, pero el tema me deprime, así que lo dejaré para otra ocasión en que no este escuchando tan buen CD… jeje.


Así que esta vez hablaré de las nostalgias, uno de mis temas favoritos.


Hace tiempo en facebook encontré a un amigo de quien no sabía desde la prepa - colocar aquí los aullidos. – Le escribí mientras recordaba aquellos tiempos en que él, una amiga y yo, decidimos turnarnos la elaboración del almuerzo de todos los días…¡Que ricos sándwiches hacía tu mamá David!!!


Recibí respuesta de él, me puso brevemente al corriente de su vida y me dejó estupefacta.


También en facebook he encontrado a otros amigos, que con el tiempo he dejado de frecuentar. Y es que no tengo la habilidad para mantener contacto con todas las personas que he conocido, sea por cambiar de ciudad, de intereses, pero la mayor parte de las veces, porque soy muy ostra y cuando me doy cuenta he pasado años sin saber de ellos.


En otras ocasiones, queriendo proteger mi estabilidad emocional, intento meter en el cajón del pasado a otras personas, gente que me decepcionó o me hirió. La cosa es que aunque quisiera tomar una pastilla de amnesia y evitar recordar a estos últimos, bien o mal, seguirán en mi memoria.


Hay un par de personas que a la fuerza quise meter en ese cajón. Y de cuando en cuando, como huellas dactilares en escena del crimen, saltan a mi presente, al topármelos en la red, en un micro, en un periódico literario, en un sueño que no puedo explicar o hasta al escuchar una canción que me remite a esos recuerdos.


Y es que con todo y que yo misma decidí mandarlos al archivo muerto, de cuando en cuando me da por imaginar: ¿qué pasaría si esta tarde, decidiera ir a tocar a aquella puerta?, ¿encontraría la conversación de aquellos tiempos, encontraría rostros desconocidos, o nadie abriría?


Hace tiempo, en un domingo bastante aburrido, accedí a abrir una de esas antiguas puertas. Lo que encontré no fue muy grato: No hubo muchos cambios en esa persona… Mas si muchos cambios en mí, que me hicieron verle de otra forma...con total desencanto.


Tengo amigos con quienes seguiré en contacto a pesar de distancias y tiempos, porque aunque ellos cambien y yo también, hay algo más sólido que nos mantiene unidos. VERDADERA AMISTAD


Cuando el vínculo es superfluo, cuando les he querido más por las cualidades que he depositado en ellos, que por las que realmente tenían, es ahí, cuando inevitablemente volverán al cajón.


Mi amigo David, es alguien a quien siempre recuerdo con mucho cariño, no sé si al buscarlo en la red la imagen de quien soy ahora me favorecería. Como sea, el mensaje en la botella sigue navegando…¿Qué sucederá cuando llegue a manos del destinatario?


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